Busca un lugar tranquilo donde puedas estar en silencio y sin interrupciones. Tómate un momento para cerrar los ojos, respirar profundamente y centrarte en tu interior. Visualiza que estás creando un espacio seguro y protegido donde puedes conectar con tus emociones más profundas. Coloca una mano en tu corazón y di en voz alta:
- ¡Hola traición! eres la herida que experimento cuando una
persona concreta, un grupo de personas o una institución rompe la
confianza que había depositado en ellos provocándome una gran
inseguridad.
- Tal vez esta confianza fue pactada explícitamente, de forma que
nos hicimos una promesa o llegamos a un acuerdo que la otra
parte no cumplió faltando a su palabra.
- Pero también puede ser que este pacto nunca se diera realmente,
sino que yo mismo me creé un ideal dando por sentado una serie
de compromisos según mis valores o creencias internas, por lo que
fue mi propia expectativa la que terminó defraudándome.
- Todo lo que yo experimento como engaño, mentira, ocultación o
manipulación puede provocarme el sentimiento de que he sido
traicionado si interpreto una mala intención en ello, o cuando siento
que no han tenido en cuenta mis necesidades o mis preferencias
por falta de interés.
- Y todo lo que yo sienta que me han hecho y me ha dolido, si yo considero que jamás lo hubiera hecho igual porque sería incapaz
de ser tan desconsiderado, también lo puedo experimentar como
una traición.
- Dependiendo de quién sea la persona que me traicione y de sus
cualidades, si es hombre o mujer, joven o viejo, de dentro o fuera
de la familia, una figura de autoridad o un equivalente a nivel
jerárquico, puede provocarme una o varias de estas emociones:
ira, tristeza, culpa, desvalorización, vergüenza o miedo.
- Mi temor puede deberse ante la duda de si podré recuperar
alguna vez la confianza que he perdido con esa persona cuando, a
pesar de la traición, sigo queriendo que forme parte de mi vida
porque la amo o porque la necesito.
- Y también puedo sentir temor de que me traicione alguien que
nunca me ha dado indicios de que pudiera hacerlo, especialmente
cuando todavía no he logrado sanarme de las traiciones que sufrí
en mi pasado personal o que sufrieron los míos en su pasado si lo
cargo por ellos por lealtad familiar.
- Respecto a la vida en general puedo sentirme traicionado
también, o bien porque me enfermé, o porque murió alguien a
quien amaba mucho, o ante cualquier tragedia que yo no le haya
perdonado a la vida, provocándome una gran desconfianza por el
temor de que me vuelva a ocurrir.
- ¡Hola traición!, necesito aprender a utilizarte para ser prudente pero no obsesivo, y sobre todo para que no tiñas toda mi vida de desconfianza y de rencor, así que decido aprender de ti para crecer interiormente y no para quedarme atrapado en el dolor
Tómate un momento para respirar profundamente y permitir que todo lo que has expresado se asiente en tu corazón. Cuando te sientas listo/a, abre los ojos suavemente y regresa al momento presente, sabiendo que has dado un paso importante hacia la sanación de la herida de la traición.
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