Ejercicio Sistémico para Sanar la Herida de la Traición


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Busca un lugar tranquilo donde puedas estar en silencio y sin interrupciones. Tómate un momento para cerrar los ojos, respirar profundamente y centrarte en tu interior. Visualiza que estás creando un espacio seguro y protegido donde puedes conectar con tus emociones más profundas. Coloca una mano en tu corazón y di en voz alta: 

  1. ¡Hola traición! eres la herida que experimento cuando una persona concreta, un grupo de personas o una institución rompe la confianza que había depositado en ellos provocándome una gran inseguridad.

  2. Tal vez esta confianza fue pactada explícitamente, de forma que nos hicimos una promesa o llegamos a un acuerdo que la otra parte no cumplió faltando a su palabra.

  3. Pero también puede ser que este pacto nunca se diera realmente, sino que yo mismo me creé un ideal dando por sentado una serie de compromisos según mis valores o creencias internas, por lo que fue mi propia expectativa la que terminó defraudándome.

  4. Todo lo que yo experimento como engaño, mentira, ocultación o manipulación puede provocarme el sentimiento de que he sido traicionado si interpreto una mala intención en ello, o cuando siento que no han tenido en cuenta mis necesidades o mis preferencias por falta de interés.

  5. Y todo lo que yo sienta que me han hecho y me ha dolido, si yo considero que jamás lo hubiera hecho igual porque sería incapaz de ser tan desconsiderado, también lo puedo experimentar como una traición.

  6. Dependiendo de quién sea la persona que me traicione y de sus cualidades, si es hombre o mujer, joven o viejo, de dentro o fuera de la familia, una figura de autoridad o un equivalente a nivel jerárquico, puede provocarme una o varias de estas emociones: ira, tristeza, culpa, desvalorización, vergüenza o miedo. 

  7. Mi temor puede deberse ante la duda de si podré recuperar alguna vez la confianza que he perdido con esa persona cuando, a pesar de la traición, sigo queriendo que forme parte de mi vida porque la amo o porque la necesito.

  8. Y también puedo sentir temor de que me traicione alguien que nunca me ha dado indicios de que pudiera hacerlo, especialmente cuando todavía no he logrado sanarme de las traiciones que sufrí en mi pasado personal o que sufrieron los míos en su pasado si lo cargo por ellos por lealtad familiar.

  9. Respecto a la vida en general puedo sentirme traicionado también, o bien porque me enfermé, o porque murió alguien a quien amaba mucho, o ante cualquier tragedia que yo no le haya perdonado a la vida, provocándome una gran desconfianza por el temor de que me vuelva a ocurrir. 

  10. ¡Hola traición!, necesito aprender a utilizarte para ser prudente pero no obsesivo, y sobre todo para que no tiñas toda mi vida de desconfianza y de rencor, así que decido aprender de ti para crecer interiormente y no para quedarme atrapado en el dolor

Tómate un momento para respirar profundamente y permitir que todo lo que has expresado se asiente en tu corazón. Cuando te sientas listo/a, abre los ojos suavemente y regresa al momento presente, sabiendo que has dado un paso importante hacia la sanación de la herida de la traición.

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