En el mundo de las constelaciones familiares, Bert Hellinger, su creador, observó que las relaciones familiares y personales tienen ciertos principios que, cuando se respetan, promueven la armonía y el equilibrio en nuestras vidas. A estos principios los llamó Órdenes del Amor, y son una guía sobre cómo interactuar con nuestros seres queridos de una manera sana y equilibrada.
1. Pertenencia: Todos tienen un lugar en la
familia
La pertenencia es fundamental. Cada miembro de la familia
tiene derecho a su lugar, sin importar su historia o sus errores. Cuando
alguien es excluido, su energía sigue presente de alguna manera, y este vacío
puede generar conflictos, repeticiones de patrones o incluso enfermedades.
Reconocer y dar un lugar a cada miembro ayuda a liberar estas dinámicas.
Consejo práctico: Reflexiona sobre las personas que
pudieron ser rechazadas o excluidas en tu familia (como ancestros o parientes
olvidados). Este ejercicio puede ayudarte a entender algunos conflictos
recurrentes o patrones de comportamiento.
2. Orden o Jerarquía: Respetar quién vino primero
El segundo orden es la jerarquía, que significa que cada
persona tiene su lugar según su rol y tiempo en la familia. Por ejemplo, los
padres ocupan un lugar antes que los hijos, y los hermanos mayores tienen un
rol previo al de los menores. Cuando los roles se confunden o invierten (por
ejemplo, un hijo asume el rol de “padre” de sus padres), surgen tensiones y
desequilibrios.
Consejo práctico: Pregúntate si estás asumiendo un
rol que no te corresponde o si hay alguien que ocupa un rol superior al suyo.
Este tipo de reflexiones permite realinear nuestras relaciones de manera más
sana.
3. Equilibrio entre Dar y Recibir
Para que una relación sea saludable, especialmente en las
relaciones de pareja, es importante que haya un equilibrio entre lo que se da y
lo que se recibe. Este flujo equilibrado genera confianza y crea una base
estable para la relación. Cuando uno da constantemente sin recibir o uno solo
recibe sin dar, puede provocar sentimientos de culpa, dependencia o
resentimiento.
Consejo práctico: Observa si tiendes a dar más de lo
que recibes o si te cuesta retribuir lo que otros hacen por ti. Intenta empezar
a equilibrar esta dinámica de una manera consciente y cuidadosa.
Estos tres principios –pertenencia, orden y equilibrio– son
guías prácticas que pueden ayudarte a entender y mejorar la dinámica en tus
relaciones personales y familiares. Los Órdenes del Amor ofrecen una nueva
perspectiva sobre cómo convivimos con quienes nos rodean, fomentando un amor
que libera y sana.
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